La muerte del cura Juan Viroche conmocionó a los habitantes de la Florida. En cuanto se supo de su muerte, cientos de vecinos se reunieron alrededor de la iglesia donde fue hallado sin vida. Es que la noticia impactó en todos los habitantes de la zona este de la provincia. El pueblo quedó prácticamente paralizado.
Según datos obtenidos por LA GACETA, la mujer que limpia el templo fue quien encontró el cuerpo del sacerdote, aproximadamente a las 7.30. Tras el hallazgo, la Policía realizó pericias en el lugar y la Justicia determinó que sea sometido a una autopsia, con el objetivo de determinar las causas de su muerte.
Cuando los empleados judiciales, que trabajaban en el lugar del hecho, dieron a entender que podría tratarse de un suicidio, se generó una reacción de furia por parte de los vecinos que estaban reunidos alrededor de la iglesia.
Según comentaron catequistas y allegados a la comunidad parroquial, Viroche les habría dicho a algunas personas en los últimos días que había pedido el traslado a otra localidad, a causa de las amenazas que había recibido.
Si bien hay indicios que hacen sospechar que puede haberse tratado de un suicidio, los investigadores no descartan ninguna hipótesis. Viroche había denunciado públicamente el avance del narcotráfico en el interior de la provincia y había recibido amenazas.